Implicaciones del Rezago Educativo
La educación está reconocida como una inversión que genera beneficios directos e indirectos, tanto a los individuos como a la sociedad en su conjunto. Por lo tanto, el beneficio económico que le reporta a un individuo la conclusión de ciclos educativos a través de la generación de mayores ingresos, es sólo el piso de los beneficios de la educación. Por lo tanto, no tener acceso, independientemente de las causas, a este bien social, debe tener asociadas una serie de repercusiones individuales y colectivas.
Implicaciones jurídicas
El marco jurídico mexicano garantiza, en la esfera de los derechos individuales, el derecho a la educación. Según el artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos todo individuo tiene derecho a recibir educación, siendo la educación primaria y secundaria obligatorias, mismas que la federación, los estados y los municipios están obligados a impartir.
En principio, en el ámbito económico la educación está contemplada no sólo como un bien de consumo sino como un bien de inversión. Esta inversión implica acrecentar lo que la literatura especializada denomina capital humano, que representa las habilidades, talento y conocimientos de un individuo, adquiridos por medio de la educación formal, el entrenamiento para el trabajo y la experiencia. Para elevar el capital humano de un individuo se precisa de una inversión, que corre en parte por cuenta del Estado, y en otra porción muy importante, por parte del individuo y su grupo familiar.
Implicaciones sociales

Implicaciones éticas y políticas.
Según una parte muy destacada de la comunidad de pensadores de la educación, el rezago también tiene una dimensión ética y política, debido a que indica que una nación, México en este caso, no ha sido capaz de asegurar un nivel mínimo de igualdad a todos sus integrantes. Esto podemos complementarlo con la idea de que el rezago resulta en un déficit que impide la consolidación de la condición de ciudadanía.